Cuando llega fin de año las opciones musicales en Buenos Aires empiezan a decaer. El éxodo costero también contagia a las bandas que preparan sus giras veraniegas para darse a conocer ante un público relajado y dispuesto a nuevas propuestas.
Este vencido 2006, sin embargo, encontró a una ciudad con buenas propuestas hasta el último momento. Una de ellas era el triplete conformado por El Otro Yo, Loquero y She Devils, que despedían el año en El Teatro Flores. La invitación excedía lo musical, la propuesta era ver a estas tres bandas amigas que se juntaban por primera vez a tocar.
Alrededor de las 19.30, y luego de más de 40 minutos de cola, pudimos entrar al lugar que comenzaba a llenarse. Mientras tanto, en el escenario las She Devils promediaban su set. La banda encabezada por Patricia Pietrafesa ofreció un potente show (aunque a la voz y al bajo les faltaba un poco de volumen) en el que repasaron su discografía. El set incluyó dos covers: “Paranoid”, de Black Sabbath con Ali Gua Gua (Ultrasónicas) como invitada y el cierre con una gran versión de “Enjoy de Silence” de Depeche Mode. La novedad fue la incorporación al grupo de una tecladista que, por el momento, tocó algunos temas, pero que será de la partida en el nuevo disco del grupo programado para el año que recién comienza.
Apenas 10 minutos terminado el show de las She Devils, llegaba el turno de Loquero. La banda conducida por los míticos Chary y Anteojo arrancó con el clásico “Because” incluido en el cd “Club de Solos”. El público solo necesitó de un acorde para entregarse a ese juego de pasiones que ofrecen los oriundos de dark del plata. Chary salta, mira y analiza en que momento pondrá su voz en mute para que sólo se escuchen las gargantas de los presentes. Lo más extraño es que esta actitud no parece demagógica, sino casi lógica, como un pequeño regalo de los músicos hacia el público.
La celebración sigue con “Muchachos”, “Check to me”, “Barrio”, “Isla”, “Rusita”, “Era un día perfecto”, “Ansiedad”, “Épico”. Y no hay tiempo para el descanso, los 50 grados de sensación térmica en un Teatro sin ventilación no frenaron un pogo furioso.
Chary y Anteojo anuncian que se viene el final, pero no es necesario, ya se sabe cuando empieza la primera nota de “Ghost in the F.O.R.A.” que vendrá pegado de “Atlántida”. Un combo que la banda utiliza para terminar sus recitales y esta vez no es diferente. Apenas un saludo y el escenario queda despejado para El Otro Yo.
Un poco de música anuncia lo que se viene, el calor a esta altura ya es insoportable, pero es 29 de diciembre y el festival es una buena manera de despedir el año. Hay que quedarse.
Cristian Aldana aparece en el escenario disfrazado de monja con un yeso en la mano derecha producto de una fractura en un recital la semana anterior. Solidarios, Ray Fajardo y Gabriel Guerrisi subieron al escenario con vendas en la cabeza y en la mano, respectivamente. María Fernanda, en cambio, se puso en el papel de enfermera.
El Otro Yo es una banda de vivo. Pega fuerte, es una especie de tsunami que arrolla sin permitir tomar un poco de aire. “Hombre de mierda”, “A.D.
Se acerca el final y los que no aguantan el calor se escapan a un lugar un poco más ventilado, pero donde no se puede ver a la banda. En el escenario parecen no notar la insoportable temperatura: Aldana (Cristian) no para de saltar y gritar.
“Alegría” es el tema elegido para cerrar. Para que el festejo sea completo suben las chicas de She Devils, Chary y Anteojo de Loquero, y otro de los fundadores de
Juan
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